
Érase una vez un armadillo albino que tenía miedo del sol, de la Luna, de las estrellas... Enseguida se escondía, ante cualquier rayo de luz o resplandor.Un día, dentro de su caparazón blanco, mientras bailaba, a solas por el bosque de los solos, se encontró con un objeto que desconocía; un espejo,Y al mirarse descubrió que tenía una luz más brillante que todas en su interior. Desde entonces se hizo amigo de todas las luces del universo.
Fôco
para meu amigo tatú, que me confiou esse lindo texto para que eu o ilustrasse.